Portugal tiene una rica historia que ha tenido un impacto significativo en su mercado inmobiliario. La larga tradición de exploración y colonización del país, particularmente durante la Era de los Descubrimientos en los siglos XV y XVI, condujo al establecimiento de un vasto imperio portugués que se extendió por todo el mundo.
Como resultado, Portugal tiene un patrimonio arquitectónico diverso, con una mezcla de estilos que reflejan las influencias culturales del país a lo largo de los siglos. Estos estilos van desde el gótico y el renacimiento hasta el barroco y el neoclásico, y se pueden ver en muchos edificios y monumentos históricos del país.
En tiempos más recientes, la transición de Portugal a la democracia en 1974, ha hecho que el país haya
experimentado un crecimiento económico significativo, particularmente en el sector del turismo e inmobiliario.
Este crecimiento ha llevado a una mayor demanda de bienes raíces, particularmente en destinos turísticos populares como Oporto, Lisboa y la región del Algarve.
Hoy, el mercado inmobiliario de Portugal está impulsado por una combinación de factores, que incluyen el crecimiento económico, políticas fiscales favorables y el programa “Golden Visa”, que ofrece residencia a inversionistas extranjeros que compran propiedades en el país. Estos factores han ayudado a hacer de Portugal un destino atractivo para la inversión inmobiliaria, tanto para compradores nacionales como internacionales.
